El domingo, a eso de las 3 de la mañana porque la noche del sábado de plano no dormí hasta las 7 (por eso lo de Fenomenoide! me toco verlo en el Warner), ví una película que me habían recomendado y la cual renté, más que nada porque sale Natalie Portman, y me lleve una gran sorpresa.
A veces uno ve una película con el afán de entretenerse, casi siempre terminas viendo producciones presuntuosas, si son comerciales sobrecargadas de efectos y actores famosos; si son independientes, historias demasiado crudas y complicadas, pero hay otras películas que de verdad no necesitan ir más allá, ni complicarse mucho para dejarnos con una sonrisa, con Garden State (Tiempo de volver) fue el caso.
No pretendo contar la historia, sólo dire que es una película de lo más sencilla e íntima, algo así como la película que cualquiera soñaría hacer. El mensaje a la vez es sencillo, la vida no debe ser complicada sólo se feliz, tus amigos no deben ser perfectos, pueden tener vicios o hasta ser ladrones, pero son tus amigos y nunca fallarán. El protagonista, deprimido por su vida llena de conflictos, va aprendiendo estas premisas mientras retoma el valor de perdonar los errores paternos de la mano de una mujer que le cambia la vida por completo a ritmo de The Shins. Esta mujer tiene tantos o más problemas que el protagonista, pero al contrario de éste, es feliz trata de tomar la vida de la mejor manera, lo que contagia al protagonista.
Natalie Portman, en el papel de Samantha, se siente natural, parecida a Clementine de Eternal Sunshine sólo que más joven y con problemas mayores, te terminas enamorando de su personaje.
El protagonista, Andrew Largeman, es interpretado por el actor Zach Braff, sorprendentemente el protagonista de Scrubs del Canal Sony, dirige y escribe su primer película, siendo una gran sorpresa
Traten ver esta película esta en el Blockbuster.
Comentarios