En la maestría tenemos un compa de Monterrey (el cual será mencionado como Jaime Duende) que cuando se pone muy pedo le da por la violencia. En una fiesta, de esas que pasan en el CIDE, se produjo el siguiente intercambio: Jaime Duende: No mames, no me quiero empedar porque luego me pongo violento a tirar putazos. dogo: Ah no, tú que te pones a tirar chingazos y esta vez si te parto el hocico. JD: no mames, eso no puede pasar, primero te lo rompo yo. dg: jaja, no chingues, cuando se ha visto que un regiomontano le parta el hocico a un sonorense, cuando?.... te digo la respuesta, nuuuuunca. Silencio en la sala y seguimos pisteando. Como siempre el sonorense tiene que poner orden en la sala, sino las cosas se salen de control. Nota adicional: En esa peda nos perdimos para llegar a Cuajimalpa, de hecho casi casi llegamos a Toluca, pero creo que eso será motivo de otro post.