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Mostrando las entradas de 2009

Lucrando con el voto ajeno

Hace 3 años, estando en el DF, pasé entre 8 y 10 horas buscando un casilla especial en la cual votar, era uno de muchos ciudadanos convencidos de que cada voto contaba, participábamos en una jornada que cambiaría al país, al menos eso pensábamos, en parte tuvimos razón, en parte estábamos cegados, este domingo no creo que tenga la misma fuerza para pasar tal cantidad de horas buscando mi boleta. Tres años después el país sufre de una crisis de proporciones mayúsculas que ningún discurso puede minimizar, un gobierno rebasado por la violencia, rebasado en lo económico y rebasado por la ambición misma de quienes lo integran, un gobierno con una grave crisis de credibilidad en todos sus niveles, en cada uno de sus poderes e instituciones. Por un lado tenemos a los hipócritas, por el otro a los cínicos, ellos que se auto-refieren como “clase política”, ellos que hablan de la búsqueda de la igualdad y en el fondo buscan replicar las condiciones ventajosas de una casta gobernant

un lobo, un venado

(presentando a un conejo y con actuación especial de un buitre) En mi tierra allá por donde el desierto se hace selva cuentan la leyenda de un lobito, el lobito era de lo mejor de su camada, ágil, fuerte, feroz, pero eso sí demasiado orgulloso. Un día mientras cazaba vio un venado, y no cualquier venado, era de esos venados que para los lobos sólo significan carne, sin embargo la jauría era demasiado joven para ese enfrentamiento y decidieron concentrarse en otros animales, lo importarte era comer, pero para nuestro lobo en cuestión comer no era suficiente, él necesitaba un reto, así comenzó su obseción con el venado de las mil carnes. Poco a poco el lobo dejó de cazar con su manada, sólo se concentraba en el venado, el venado al ver tal espectáculo tan deprimente, que a su vez le aumentaba el ego, toreaba al lobo de una forma u otra, procuraba hacerse más vistoso a sabiendas de que un lobo joven no puede comerse un venado hecho y derecho. Pasaron los meses y el venado seguía disfrutan