Hace 3 años, estando en el DF, pasé entre 8 y 10 horas buscando un casilla especial en la cual votar, era uno de muchos ciudadanos convencidos de que cada voto contaba, participábamos en una jornada que cambiaría al país, al menos eso pensábamos, en parte tuvimos razón, en parte estábamos cegados, este domingo no creo que tenga la misma fuerza para pasar tal cantidad de horas buscando mi boleta.
Tres años después el país sufre de una crisis de proporciones mayúsculas que ningún discurso puede minimizar, un gobierno rebasado por la violencia, rebasado en lo económico y rebasado por la ambición misma de quienes lo integran, un gobierno con una grave crisis de credibilidad en todos sus niveles, en cada uno de sus poderes e instituciones. Por un lado tenemos a los hipócritas, por el otro a los cínicos, ellos que se auto-refieren como “clase política”, ellos que hablan de la búsqueda de la igualdad y en el fondo buscan replicar las condiciones ventajosas de una casta gobernante.
Lo que era la Gran Familia Revolucionaria del siglo pasado ha evolucionado en la Dictadura de los Partidos, donde las cúpulas empresariales y sindicales sirven de comparsas para repartirse el pastel presupuestal. Así en esta dictadura cada quien tiene su campo de acción y su público, las corrientes se vuelven tan pragmáticas que simplemente son incongruentes, nadie defiende o representa algo más allá de los intereses de unos cuantos.
Cuando la democracia se convierte en el acto de lucrar con el voto ajeno, los derechos son suprimidos y la política se transforma en el perverso acto de obtener ganancias a costa de las necesidades humanas.
No importa el color en turno, siempre se nos crean opciones falsas para no decidir realmente, se nos presenta una baraja de rojos, azules, amarillos, verdes, bicolores y tricolores; de ellos, sólo 2 tienen opciones serias de triunfo, se nos presenta un juego de simulación, se pelean ante el micrófono pero negocian a puerta cerrada, la intención es la misma, que todo siga igual pero, eso sí, el electorado fue feliz por unos meses de circo.
Una vez terminada la jornada electoral del próximo domingo, una vez que sea definido quienes ocuparan las gerencias en turno, empezará un nuevo ciclo, por 2 años y medio las demandas dejarán de ser escuchadas, las promesas olvidadas, las cortinas de humo vendrán y se irán, llegarán los primeros meses de 2012 donde vuelvan a tocar a nuestras puertas, vuelvan a prometer cambios, mejoras, creación de oportunidades, igualdad, generación de empleos, apostarán a la falta de memoria, como ya lo hacen, tratarán de que las condiciones vuelvan a ser replicadas, si apostamos el progreso de nuestra nación, los cambios de este país a estas mismas personas ya habremos sido derrotados de nuevo.
Por lo tanto, no olvides, no olvides que ha sucedido en los últimos años, no olvides tu Historia, no olvides quien mintió prometiéndote lo imposible, quien manipuló la información a su conveniencia, quién juega con tu miedo, quién explota tus derechos como mercancía, quién apuesta a tu olvido.
No olvides quienes han dado la espalda y cruzan los brazos cuando los problemas estallan, quienes ante la exigencia de justicia se abstienen de actuar convirtiéndose en cómplices.
Si queremos cambios, si queremos progresar como nación, debe empezar desde abajo, desde nosotros como personas, es tiempo demostrar que ya no tenemos miedo, tiempo de dejar de utilizar nuestro voto como moneda de cambio, tiempo de actuar por un bien mayor que no se mide en pesos y centavos, es tiempo de escucharnos y ser escuchados, es tiempo de despertar.
Comentarios
chale, me agüita que voy a ser funcionaria de casilla!
El final es lo único que a mi gusto le falto propuesta. Es "hora de hacer valer nuestro voto?" cómo broda? Tampoco entendí bien si propones que cada individuo haga algo por si mismo, ¿más individualismo?
Sobres !!!
Modifiqué el último párrafo.
Y en cuanto al contenido del texto, sabes que soy una de las personas que espera ansiosamente un levantamiento civil armado o pacífico, solamente falto que nos dijeras en donde nos vemos para empezar a organizarnos.
Lo platicaba contigo hace unas semanas, da un gusto incontenible saber que cada vez mas y mas personas se interesan en estos temas, no nos falta mucho para que la misma rabia detone la transformación que necesitamos.